Cuando el mundo se rompe, ella permanece - Video Poema


Mendoza, A.A.
Literatura Creativa:
Palabras Clave:
Cuarto oscuro y una ventana


Cuando el mundo se quebró en incertidumbres y el frío se instaló incluso a plena luz, Liz no tuvo opción de elegir: solo avanzar. Afuera, la vida era un eco apagado; adentro, un silencio denso que lo cubría todo. Con las manos agrietadas por el tiempo y los días sin tregua, sostuvo a Nicole y Eduardo no con promesas, sino con una voluntad que sangraba sin quejarse. Fue abrigo cuando no quedaba techo. Fue llama cuando ya no había calor.

El amor no se pareció a los libros, sino a un campo de batalla lleno de restos, culpas y cansancio. Liz no era invencible, en ocasiones... dudó y cayó. Se rompió muchas veces, pero eligió quedarse. No por idealismo, sino porque sabía que si ella se derrumbaba del todo, ya no quedaría nada para ellos.

Hubo noches enteras en vela, discusiones que dolían más que el hambre, días en que el reloj parecía burlarse. Su amor fue una vela medio consumida, que aún así se negaba a apagarse. Aprendió a sobrevivir con lo justo, a sostener el alma con hilachas. Cada día que no se rendía, era una victoria que nadie aplaudía.

No intactos, no ilesos, pero aún juntos. Tres sombras que aprendieron a caminar bajo cielos rotos. Si el mundo vuelve a temblar, los encontrará como siempre: agotados, sí… pero firmes. Y esa, quizás, sea la forma más profunda del amor.

Referencias

Mendoza, A.A. (2025, mayo 20). Cuarto oscuro y una ventana [Imagen digital editada]. Imagen original generada con DALL·E

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